Hago un alto en el camino pero sigo… Me han recordado que cumplo 75, no
crean que no me había dado cuenta, pero, gracias por recordármelo y traer a mi memoria aquel adolescente que escuchaba Discomanía en la radio y perseguía los primeros programas musicales en la primera televisión española, para ponerle cara y ojos a los que había escuchado y ya me gustaban.
Y mi tío Quico me regaló unas navidades mi primera guitarra y sus primeras
notas me sugerían melodías que no estaban escritas en ningún lugar, en cualquier caso, torpes melodías, que trataban de imitar algo que había escuchado previamente.
Y seguí escribiendo porque al tiempo que aprendía, sentía que cada canción
era un paso adelante con respecto a la anterior hasta encontrarme un día
con la primera canción escrita por mi, que me gustaba: “El cobarde”: estoy
asomándome a 1967.
Aquella canción desatascó todo y me enseñó un camino.