Un actor experimentado (Emilio Gómez) sale al escenario un día más para interpretar uno de los personajes más importantes de su vida, sin embargo, no es lo que él esperaba y se enfrenta a una crisis personal y profesional.
¿Merece la pena seguir trabajando como actor o es el momento de tirar la toalla?.
Las Uñas Rojas es un encuentro entre actor y público que por momentos será igual de protagonista de la obra que el mismo actor..
Porque para el público nada de lo que sucede más allá de las tablas, importa. Sin embargo en la cabeza de un actor o actriz se suceden infinidad de escenarios que nunca llegan a conocer aquellos que llenan los patios de butacas, pero existe una lucha interna constante en la que cada artista lo vive de una manera muy personal y al final la conclusión a la llegamos siempre es: Lo dejo
Somos carne de Proyecto Hombre
Necesitamos el aplauso, pagamos por trabajar, llegamos incluso a salir a escena enfermos o en pleno luto, somos actore y actrices, el olor a barniz, humo y grasa de los engranajes de los telones es nuestro perfume preferido, pero ¿Qué pasa cuando llegan las dudas? ¿Que sucede al cerrar las puertas del teatro?
En la soledad del artista suceden innumerables situaciones y lo normal es cuestionárselo todo, incluso uno mismo. Es ese instante en el que quieres tirar todos los años de ensayos, formación y proyectos nonatos a la basura en el que hay todo un mundo dramático.
Somos Yonquis del teatro, queremos dejarlo continuamente pero siempre recaemos, no podemos evitarlo.
Comedia – Drama – Tragedia
La vida misma concentrada en un cubo con tres paredes y una ventana de cristal.
Un monólogo de diván
Freud sería inmensamente feliz tratando actores y actrices
Sobremorir del teatro, sobrevivir a la vida y estar siempre divinos es una labor extenuante. La felicidad de la ignorancia en la que vive el público debe llegar a su fin, queremos que sepan todo lo que no se ve cuando uno llega a la sala, y Emilio Gómez consigue sacarnos de la butaca para introducirnos en su oscuro mundo interior mas allá del local de ensayo.
La hartura llega al límite, la vocación y el oficio nos superan hasta un punto que nos axfisia irremediablemente y nos lleva a convertirnos en caricaturas de nosotros mismos para regocijo del respetable.
Las uñas rojas, un monologo imperdible que podrás disfrutar hasta el mes de diciembre sobre las tablas del madrileño Teatro Lara