As que limpan / Las que limpian
El secreto está en la masa
Así es A Panadaría
Teatro artesano
A Panadaría son Areta, Noelia y Ailén.
La línea de trabajo de esta compañía es, según sus propias fundadoras:
“Lo artesanal vinculado a cuerpo y voz de las actrices, una teatralidad evidenciada que pone acento en lo lúdico, la música vocal y una óptica feminista e irreverente”.
Amasan un teatro de creación propia y, por eso..
A panadaría.Tradición, esfuerzo y constancia.
La relación de las personas con los elementos más básicos, lo que vino antes y lo que está por llegar.
Porque en todo el mundo la humanidad hace pan y hace teatro. A panadaría, teatro para alimentar cuerpo y alma.
Una pandilla esplendorosa, 3 actrices que están cambiando las reglas del mundo de la escena.
As que limpan
Un cartel cuelga de la manilla de la habitación. “Por favor, arregle el cuarto”.
Al regreso de la playa, las camas hechas, las toallas limpias y el baño impoluto.
Son “As que limpan”, las invisibles que cargan a sus espaldas un sistema turístico precarizador.
Las que limpian, habla de la lucha organizada de las camareras de piso de los hoteles por conseguir unos derechos laborales y sociales justos.
Frente a ellas, la avaricia voraz de los propietarios de las cadenas hoteleras.
Hay personas que nunca han limpiado un váter y hay otras que limpian por quinientos € al mes.
3 actrices que triunfan a su manera, por eso hay que ir a verlas.
Cada propuesta escénica de esta peculiar compañía formada por estas 3 actrices curtidas en todo tipo de escenarios desde mucho tiempo antes de pasar por la escuela superior de arte dramático de Galicia, supera a la anterior.
Desde Pan Pan, pasando por Elisa e Marcela, hasta llegar a este “Las que limpian”. Areta, Noelia y Ailén han sabido conjugar un gran trabajo actoral en el que lo importante son, las actrices que aportan su buen hacer y lo ponen al servicio del texto por medio del gesto y el trabajo minucioso en la composición y la construcción de la propuesta, igual que si fuesen 3 barras de pan.
Cada una de ellas, con sus singularidades como mujeres y como actrices, dan vida en cada montaje a sus personajes desde un lugar con denominación de origen propia. No ver el teatro de A Panadaría es como negar la existencia del buen gusto por el teatro bien hecho porque así es…
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